dimanche, décembre 03, 2006

No apagues la luz

Diciembre empezó como tenía que ser, cerré el mes pasado con un buen ataque de compras,pero esa es otra historia...

Fui a la boda de un amigo al que quiero mucho, tanto como para viajar másde 300 km y gastar un chingal para estar ahí,pero honestamente valió la pena. Primero porque al niño le dió mucho gusto (pero asiii mal) verme ahí, la verdad se portó demasiado amable, no esperaba yo tanta atención y me sorprendió sobremanera enterarme de la importancia que algunas personas me otorgan en su vida. (snif, yo creyendo que nadie me quería) La otra pues es que me encantan las bodas y a pesar de que la novia no perdía oportunidad de ponerme cara fea (que mucho trabajo no le costaba porque era harto fea la condenada, espera, igual y no me estaba poniendo caras...chale ya ni sé) todo marchó a la perfección y pude abrazar y tomarme fotos con Robio a mi antojo, ahora suspiremos porque despuésde 3 años de no vernos recordamos viejos tiempos y renació el afecto pero tristemente parace que no nos volveremos a ver ahora que ya es todo un señor...bú

Y bueno,además de eso, hay otra cosa en mi cabeza que no me deja en paz...

Aprovechando que estaba en una ciudad lejana donde nadie tenía la más mínima idea de quien era yo, pues nos lanzamos mi acompañanta y yo a buscar un antro abierto a esas horas de la madrugada y pues arregladísimas como estàbamos, ella se dedicó a batear tipos y yo a bailar sola,acostumbrada como estoy a dejar a otras ser el centro de atención mientras yo le pinto ojitos a algun apetecible.
Pero pues no estaba yo tan de humor... eso de las bodas de los amigos es una mala manera de enterarte de cuánto los quieres, es que después de que se comprometen de tal forma ya nada es lo mismo, justo estaba pensando en la incómoda escena en la que estaba yo muy amena con los ojos arrasados recordando buenos momentos y llegó la ahora esposa a hacérmela de pedo brutalmente y casi lloro nada más de imaginarme lo que le espera a mi adorado amigocasihermano con esa mujer tan posesiva...

En fin, estaba yo pensando en éstas cosas cuando de la nada aparece un random wey a escoltarnos a su mesa y que si que bla y las calabazas y axel rose y el solla luna y las estrellas, de repete me doy cuenta de que el hombre estaba cero despreciable, pero maaal, onda pensé seguramente solo está siendo amable porque quiere con mi amiga que,siendo honesta, está mucho más buena que yo. Pero no, más tarde agarré la onda y pues sí,pasó lo que tenía que pasar, o bueno, mejor dicho lo que suele pasar...

Se preguntará usted, querido y único lector,dónde está el asunto que ocupa mi cabeza, o que importancia tienen las calabazas, o que hace usted leyendo tanta pendejada (en esta última no le puedo ayudar,usted sabrá)... a donde iba? ah si... a que no me puedo sacar de la cabeza la risa perversa ni la voz,ni el nombre del tipito en cuestión.

Se preguntará ahora (sino,pues pregúnteselo,ande no me rompa el encanto,blah) donde reside el misterio, o poruqe tanto conflicto. Pues muy sencillo, tengo un mecanismo de defensa mal que me impide recordar precisamente,rostros, nombres, voces y demás detalles de suma importancia que una no debe recordar cuando de one night stands se trata. Y no es que el sexo haya sido espectacular (que lo fué), ni que el hombre fuera un salvaje del mal (que lo era),ni siquiera que se haya malviajado con todos y cada uno de los detalles de mi persona (que lo hizo). Haciendo a un lado todo eso (y lo de las cicatries, no se me puede olvidar lo de las cicatrices) lo que me tiene mal es no haberle dado mi teléfono.Es que nunca doy mi teléfono.En su momento no le vi el caso, e hombre vive a unas cuantas horas de camino, pero ahora que lo pienso igual y ni está tan lejos.

Así que estoy ahora toda confusa, obviamente no es que crea que el hombre era el amor de mi vida ni que sea ninfómana y quiera una segunda vuelta (que tampoco estaría mal). Es simplemente que me precio de poder vivir sabiendo que jamás en mi vida volveré a ver a alguien, que ahora me pregunto porque esta vez tendría que ser diferente (me recaga la palabra especial).

Creo que todo se resume a que en circunstancias tan irregulares todos pueden ser Él, y me aterra caer en ese juego de mentiras de ciertas chicas que conozco, que terminan buscando en el sexo el afecto que les hace falta, me aterra tener en la cabeza una serie de rostros y recuerdos inútiles.A mi me gustan las cosas claras, los intercambios justos y los acostones que no pasan de una noche porque no es necesario...entonces porqué no me puedo sacar de la cabeza la sonrisa perversa, el no te muevas, su voz haciéndome contar hasta diez antes de apagar la luz y después otra vez... y lo peor, regañarme muchas horas por no haberle dado mi teléfono. Me causa conflicto que me cause conflicto saber que jamás me lo volveré a encontrar.

Supongo que todo se resume a que en circunstancias tan irregulares, cualquiera podría ser Él... y de verdad,no quiero que sea así. No.